La mirada de los ciclistas ciegos
El vilagarciano Daniel Barreiro cuenta a los niños de Rubiáns su experiencia en las Paralimpiadas de Atlanta 96
Vilagarcía obtuvo dos diplomas olímpicos en las Paralimpiadas de Atlanta de 1996. Los ganó Daniel Barreiro, entonces un jovencísimo ciclista que hacía de guía en tándem de personas invidentes. Daniel Barreiro estuvo ayer en el colegio de Rubiáns (Vilagarcía), relatando a los niños su experiencia y enseñándoles a jugar a "goalball", una modalidad deportiva específica de los ciegos. La actividad forma parte de un proyecto de fomento de la lectura que el centro lleva a cabo este curso con motivo de los Juegos Olímpicos que se celebran este verano en Londres.
Daniel Barreiro Garrido nació en Carril hace 38 años y es uno de los pocos vilagarcianos que ha participado en las Paralimpiadas, que son los Juegos Olímpicos de las personas discapacitadas. Fue en Atlanta (Estados Unidos) en 1996, y Barreiro corrió como guía de dos ciegos en pruebas de ciclismo en pista y carretera. Con uno de ellos, una mujer, logró dos diplomas olímpicos, al acabar sendas carreras en séptimo puesto.
Daniel Barreiro pasó media vida trabajando como acompañante o entrenador de ciclismo de personas invidentes, fue técnico de la Federación Española de Deportes para Ciegos, y participó en conferencias y congresos sobre la materia tanto en España como en el extranjero. Ayer su auditorio era mucho más joven: los alumnos del colegio de Rubiáns, que está llevando a cabo un proyecto educativo sobre las Olimpiadas, al celebrarse este año los juegos de Londres.
Daniel Barreiro explicó a los estudiantes en qué consisten las Paralimpiadas, les relató en forma de cuento la historia de un niño ciego que quería andar en bicicleta, y luego se dirigió con ellos al pabellón. Los alumnos iban en pareja, y mientras uno de ellos iba con los ojos vendados, el otro hacía las veces de guía. Una vez en el pabellón, les enseñó a jugar al goalball, un deporte específico de invidentes.
La cancha del goalball tiene 18 metros de largo por nueve de ancho; está delimitada por rayas gruesas y cuerdas y consta de dos porterías. Cada equipo está formado por tres personas, y el objetivo es meter el mayor número de goles con una pelota que lleva cascabeles. La experiencia gustó tanto a los niños que el departamento de Educación Física del colegio de Rubiáns ya anunció que seguirán practicando este deporte.
Tanto Barreiro como los alumnos se lo pasaron en grande –de hecho la actividad empezó a las 10 de la mañana y terminó poco antes de las 15–, y el deportista explicó que trabajar con invidentes es algo muy gratificante. El carrilexo corría como ciclista amateur, y en 1993 se matriculó en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF). En ese momento le propusieron hacer de guía de un ciclista invidente, y la pareja funcionó.
A los pocos meses empezaron a llegar los resultados, y poco después la Federación Española les llamó para su selección. Las cosas siguieron yendo bien, hasta que obtuvieron la recompensa tan ansiada: participar en unas Paralimpiadas. "Como experiencia fue de lo mejor que me ocurrió en la vida", cuenta Daniel Barreiro. "En unas Paralimpiadas todo el mundo forma una gran familia. No se está tan pendiente de los resultados como en unos Juegos Olímpicos". En Atlanta 96 fue el deportista español que participó en más pruebas –en cinco, corriendo en tándem con un hombre y una mujer– y obtuvieron dos diplomas olímpicos.
Para Barreiro el ayudar a una persona ciega es algo muy satisfactorio. "Haces un repaso de la vida y de lo que aportas a este mundo, y ves que algo así es de lo más gratificante que puedes hacer", explica. El vilagarciano continuó durante un tiempo ligado a este campo –la ONCE era el principal sostén económico de los deportistas–, mientras que también asumía la dirección deportiva de equipos amateurs de ciclismo, como el Augas de Mondariz y el Cidade de Lugo.
Y ahora se encuentra con otra vertiente de su trabajo, también de contenido social, como es la de acercar el mundo de la integración a los futuros deportistas y aficionados.
Daniel Barreiro pasó media vida trabajando como acompañante o entrenador de ciclismo de personas invidentes, fue técnico de la Federación Española de Deportes para Ciegos, y participó en conferencias y congresos sobre la materia tanto en España como en el extranjero. Ayer su auditorio era mucho más joven: los alumnos del colegio de Rubiáns, que está llevando a cabo un proyecto educativo sobre las Olimpiadas, al celebrarse este año los juegos de Londres.
Daniel Barreiro explicó a los estudiantes en qué consisten las Paralimpiadas, les relató en forma de cuento la historia de un niño ciego que quería andar en bicicleta, y luego se dirigió con ellos al pabellón. Los alumnos iban en pareja, y mientras uno de ellos iba con los ojos vendados, el otro hacía las veces de guía. Una vez en el pabellón, les enseñó a jugar al goalball, un deporte específico de invidentes.
La cancha del goalball tiene 18 metros de largo por nueve de ancho; está delimitada por rayas gruesas y cuerdas y consta de dos porterías. Cada equipo está formado por tres personas, y el objetivo es meter el mayor número de goles con una pelota que lleva cascabeles. La experiencia gustó tanto a los niños que el departamento de Educación Física del colegio de Rubiáns ya anunció que seguirán practicando este deporte.
Tanto Barreiro como los alumnos se lo pasaron en grande –de hecho la actividad empezó a las 10 de la mañana y terminó poco antes de las 15–, y el deportista explicó que trabajar con invidentes es algo muy gratificante. El carrilexo corría como ciclista amateur, y en 1993 se matriculó en el Instituto Nacional de Educación Física (INEF). En ese momento le propusieron hacer de guía de un ciclista invidente, y la pareja funcionó.
A los pocos meses empezaron a llegar los resultados, y poco después la Federación Española les llamó para su selección. Las cosas siguieron yendo bien, hasta que obtuvieron la recompensa tan ansiada: participar en unas Paralimpiadas. "Como experiencia fue de lo mejor que me ocurrió en la vida", cuenta Daniel Barreiro. "En unas Paralimpiadas todo el mundo forma una gran familia. No se está tan pendiente de los resultados como en unos Juegos Olímpicos". En Atlanta 96 fue el deportista español que participó en más pruebas –en cinco, corriendo en tándem con un hombre y una mujer– y obtuvieron dos diplomas olímpicos.
Para Barreiro el ayudar a una persona ciega es algo muy satisfactorio. "Haces un repaso de la vida y de lo que aportas a este mundo, y ves que algo así es de lo más gratificante que puedes hacer", explica. El vilagarciano continuó durante un tiempo ligado a este campo –la ONCE era el principal sostén económico de los deportistas–, mientras que también asumía la dirección deportiva de equipos amateurs de ciclismo, como el Augas de Mondariz y el Cidade de Lugo.
Y ahora se encuentra con otra vertiente de su trabajo, también de contenido social, como es la de acercar el mundo de la integración a los futuros deportistas y aficionados.
El objetivo final es fomentar la lectura
El colegio de Rubiáns se ha sumado al plan de mejora de las bibliotecas de la Xunta de Galicia, y este curso pusieron en marcha un proyecto sobre los Juegos Olímpicos, al celebrarse este verano los de Londres.
Durante el primer trimestre se habló de Grecia, como cuna del evento; durante el segundo de los países que fueron sede olímpica –entre ellos España, al acoger en Barcelona los de 1992–; y en el tercero están haciendo un repaso de los deportes olímpicos. "Intentamos motivar a los niños a que lean mediante actividades que les resulten atractivas", cuenta una profesora del centro.
Además de las charlas y juegos como los de ayer se hicieron murales sobre Grecia –que están expuestos en la biblioteca– e incluso se creó una mascota, a la que se le va cambiando periódicamente la ropa, para que lleve el vestuario típico de cada deporte.
El proyecto de la biblioteca en el curso pasado versó sobre los cuentos clásicos, y a partir de septiembre próximo se hablará de arte.
El colegio de Rubiáns se ha sumado al plan de mejora de las bibliotecas de la Xunta de Galicia, y este curso pusieron en marcha un proyecto sobre los Juegos Olímpicos, al celebrarse este verano los de Londres.
Durante el primer trimestre se habló de Grecia, como cuna del evento; durante el segundo de los países que fueron sede olímpica –entre ellos España, al acoger en Barcelona los de 1992–; y en el tercero están haciendo un repaso de los deportes olímpicos. "Intentamos motivar a los niños a que lean mediante actividades que les resulten atractivas", cuenta una profesora del centro.
Además de las charlas y juegos como los de ayer se hicieron murales sobre Grecia –que están expuestos en la biblioteca– e incluso se creó una mascota, a la que se le va cambiando periódicamente la ropa, para que lleve el vestuario típico de cada deporte.
El proyecto de la biblioteca en el curso pasado versó sobre los cuentos clásicos, y a partir de septiembre próximo se hablará de arte.
(Fonte: A.Martinez, Faro De Vigo)
(Foto: Un momento de la charla impartida por Daniel Barreiro. J.L.Oubiña)