Rubiáns no se resigna a que sus reclamaciones sean desatendidas por el gobierno local. Un grupo de más de treinta personas, encabezado por el presidente de la asociación vecinal, se plantó ayer por la mañana en el Concello de Vilagarcía para hablar con la alcaldesa y exigirle que las obras de la Praza do Souto se realicen según el diseño propuesto por los vecinos del lugar. El colectivo tomó la iniciativa de dirigirse a la alcaldesa por considerar "agotado el diálogo con Marcelino Abuín", que afirman les "engañó varias veces". Pese a que los vecinos pretendían que la regidora les recibiese a todos, Dolores García tan sólo aceptó hablar con una pequeña representación de los rubianenses aludiendo a cuestiones de espacio. El resultado del encuentro tampoco fue el deseado, por lo que los vecinos anunciaron que a partir de esta mañana paralizarán las obras que ya están realizándose en la parroquia.
La alcaldesa vetaba el acceso del grupo al interior de su despacho escudándose en problemas de espacio y en razones de operatividad que no convencían a quienes ayer se desplazaron hasta Ravella. "No nos parece adecuado que reciba a dos o tres, porque es la alcaldesa de todos"; "No hay derecho"; "Si no tiene sitio en su despacho que salga y hablamos en las escaleras"; "Sólo somos vecinos para pagar impuestos"; "¡Qué vergüenza, echar a la gente fuera!", protestaban los congregados en los pasillos del Ayuntamiento.
Pese a las quejas, la regidora local impidió que la comitiva tomase su despacho, y accedió a reunirse tan sólo con un pequeño grupo de representantes vecinales y sin la presencia de la prensa. "Ahora que ya anuncié mi retirada no necesito pasar a la posteridad por hablar con los vecinos de Rubiáns", afirmaba García ante las puertas de la Alcaldía, donde solicitaba una reunión "tranquila" y sin cámaras.
Si el encuentro empezaba con mal pie, el resultado del mismo no era mucho mejor. Los vecinos obtuvieron el compromiso de la alcaldesa de hablar con los técnicos de la obra para consultar la viabilidad de que la pavimentación de la Praza do Souto se haga en dos niveles separados por un talud, tal y como solicita la población local. No obstante, el colectivo no conseguía arrancar a la regidora la paralización de los trabajos en marcha.
"Muy a pesar nuestro tendremos que paralizar la obra, porque lo que se haga ahora podría ser incompatible con la decisión que se tome en el futuro", anunciaba el presidente de la asociación vecinal O Souto. Xurxo Abuín afirmaba que, pese a la "absoluta cordialidad" que reinó en la entrevista con la alcaldesa, "una cosa no quita la otra" y los vecinos no piensan quedarse de brazos cruzados.
La posibilidad de una confrontación directa no caía muy bien en la Alcaldía donde, según las explicaciones de Abuín, García afirmaba que si los vecinos de Rubiáns interferían en el desarrollo de los trabajos de la plaza se vería en la obligación de solicitar intervención policial.
El presidente de O Souto volvía a hacer un llamamiento a la cordura para que el conflicto se resuelva antes de una semana y la obra pueda ser concluida a tiempo. "Espero que una vez reiterada la oposición frontal de los vecinos a la obra la alcaldesa tome la decisión adecuada", indicaba Abuín.
Sin embargo, las exigencias vecinales no sentaban demasiado bien en la Alcaldía donde, según el relato del representante de la asociación vecinal, Dolores García hacía referencia a la posibilidad de dejar el proyecto sin ejecutar si los vecinos se empecinaban en rechazar las indicaciones de los técnicos municipales. "Sería una locura hacer eso", indicaba Xurxo Abuín, que recordaba las dos subvenciones que podrían perderse de no terminar a tiempo los trabajos.
Después de meses de negociaciones con la Concejalía de Xestión do Territorio, cuyo responsable los vecinos aseguran se había comprometido a respetar el diseño de la plaza propuesto por ellos, el colectivo de Rubiáns considera que de no acabarse a tiempo las obras la responsabilidad sería del Concello.
"Es como el mal alumno que se dedica a siestear todo el curso y al final se ve apurado", indicaba Xurxo Abuín.
Ayer por la tarde los vecinos volvían a reunirse en el Centro Sociocultural de Rubiáns para organizar los turnos de los que, desde las ocho y media de esta mañana, está previsto tomen las obras para impedir la colocación del empedrado del suelo de la Praza do Souto.
(Fonte: Sole Rei, Faro De Vigo)
(Foto: "Los vecinos de Rubiáns tomaron los pasillos del Concello para intentar hablar con la alcaldesa, Dolores García", Iñaki Abella)
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