Vilagarcía llora la pérdida de Dolores Urcola Zuluaga, Marquesa Viuda de Aranda, Señora Viuda de la Casa de Rubiáns y Grande de España. Una mujer que será recordada por sus amigos por ser una gran amante de las plantas y de las flores, especialmente de las Camelias, y por ser una enamorada de Vilagarcía. "Hoy le hubiera llevado una camelia a su funeral, pero como no se puede, la flor se la llevo moralmente en el corazón", se conduele Pedro Piñeiro, presidente del Club de Regatas de Vilagarcía y que se define como "muy buen amigo de la difunta Señora de las Camelias".
Los amigos más allegados, como el propio Piñeiro o el historiador Manuel Suárez, coinciden en que Dolores Urcola era una mujer muy solidaria, ya que ayudaba a quien lo necesitase y nunca se negó a ceder sus jardines a los ciudadanos para disfrutar de su belleza, por ejemplo participando en la Ruta de los Pazos. Sin olvidar que muchas parejas de recién casados eligieron el escenario del Pazo de Rubiáns para sacar las fotografías de la boda, siempre con el beneplácito de la Marquesa.
Quienes lloran su pérdida destacan también que era una "gran persona" y que deja una "huella profunda que se puede extender por toda España".
Esta huella está marcada por el aroma a camelias, ya que dedicó muchos años de su vida a la plantación y el cuidado de estas flores. "Gracias a ella los camelios se conocen en todo el mundo. Y si alguien quería hacerle un regalo, bastaba con una planta, especialmente si fuera un camelio, porque con eso ya era feliz", recuerda Pedro Piñeiro.
José Luis Rivera Mallo, ex alcalde de Vilagarcía, considera que la difunta Marquesa Viúda de Aranda "era una ilustre vecina que significó mucho para Vilagarcía y que aportó cosas muy positivas a la localidad. Su muerte se va a sentir enormemente, ya que la gente del pueblo la apreciaba y le tenía mucho respeto", se lamenta el ex regidor vilagarciano al recordar a Dolores Urcola.
Una anécdota que demuestra esas "cosas muy positivas" que ha hecho por su Vilagarcía amada ha sido dejarle la Carta Puebla de la villa a Bouza Brey para que la tradujese y la estudiase, según Manuel Suárez, quien muestra su hondo pesar por la pérdida de la Marquesa, pues la considera "gran amiga de sus amigos" y destaca de ella la "gran lucidez mental que poseía, pese a tener 105 años". Y es que la Grande de España sólo tenía problemas de oído y de movilidad, pero rebosaba vitalidad.
Por su parte, su hija Beatriz confirma que la Marquesa no era nada amiga de las nuevas tecnologías, ya que no le gustaba la televisión y no entendía el funcionamiento de los teléfonos móviles. Además, explica que siempre se ha preguntado cómo podían sus nietos llegar de Madrid a Vilagarcía en unas horas, cuando ella tenía que viajar dos días.
Quien no ha querido quitar méritos a la figura de su marido, el Marqués de Aranda, ha sido el historiador Vila Fariña, que destaca la importante labor del Señor de Rubiáns siendo pionero en la implantación de estacas para el cultivo del mejillón, dando paso a lo que ahora son las bateas.
En marzo la Señora Viúda del Pazo de Rubiáns celebraba su 105 cumpleaños junto a sus familiares, quienes confirmaban que su "secreto" para mantener tan buena salud eran sus inmensas ganas de vivir. Unas ganas de vivir que se han apagado dejando conmocionada a una familia y a un pueblo que la había abierto sus puertas con cariño y que hoy le recuerda con tristeza por la gran dignidad y humanidad que desprendía su persona.
(Fuente: Faro De Vigo)
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