
Aunque nació en Bilbao, Dolores Urcola adora Vilagarcía, ciudad en la que reside desde hace 78 años. De hecho fue la primera señora de Rubiáns que convirtió en hogar permanente el pazo que, las anteriores generaciones, usaban como lugar de veraneo. El vino de uva catalana que se hacía entonces fue sustituido por albariño. Pero su gran pasión, que ha transmitido a buena parte de su familia son las camelias.
La señora de Rubiáns participó hace 43 años en la primera edición del certamen que cada año se celebra coincidiendo con su cumpleaños y de la que ha ido consiguiendo prácticamente todos los galardones.
Fue el propio Antonio Odriozola, máxima figura del certamen, quien le propuso participar en aquella primera edición, aquel día, del año 1964 en el que la encontró, como tantas tardes, arreglando camelias en el jardín del Pazo. Un jardín que posee los eucaliptos más antiguos de toda Galicia, con piezas casi bicentenarias. El primer jardín dónde, por decisión del padre de su difunto esposo, Alfonso Ozores, se plantó el primer alcanfor de la región.
Veinteañera en la República
Su escasa movilidad impide a la marquesa de Aranda seguir disfrutando de su pasión por la botánica pero estos 105 años, que le permitieron vivir ya en madurez el final del mandato de Alfonso XIII, la II República y por supuesto, el franquismo, no le han robado las ganas de vivir.
Según Paloma, su nuera, ese es el secreto que le permite mantener tan buena salud. Poco amiga del televisor, su rutina diaria permanece inalterable día tras día. Se levanta cada día y se sienta en su butaca, junto a la imagen de la Virgen y su ramo de camelias. Aunque reconoce que perdió algo de oído, charlar con su familia es su gran pasión.
(Fuente: Faro De Vigo)
(Foto: Dolores Urcola, acompañada por su hija y una sobrina, junto a un jarrón con sus preciadas camelias. / iñaki abella)
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